jueves, 7 de abril de 2016

Ataxia de Friedreich

Federico Pallardó Calatayud, Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina y Odontología, Universidad de Valencia, Valencia.

«Una enfermedad neurológica en la que el cardiólogo y el endocrinólogo son fundamentales.» 
Dr. Federico Pallardó


En la ataxia de Friedreich se altera la función mitocondrial, impidiendo que se capte calcio correctamente, disminuyendo la producción de energía y aumentando los radicales libres que provocan daños en el ADN mitocondrial y nuclear. Esto acaba dificultando la producción y reciclado de las proteínas pudiendo desembocar en daño tisular, alteración de la respuesta inmunitaria y otras manifestaciones clínicas propias de esta patología.
La Ataxia de Friedreich (AF) es una enfermedad neurodegenerativa de herencia autosómica recesiva. Es la forma más frecuente de las ataxias hereditarias con una prevalencia de 4,7 casos por 100.000 habitantes. Provocada por mutaciones en el gen FRDA, comporta graves alteraciones en la coordinación de los movimientos, incluidos los del habla y de la deglución, además de pérdidas de la sensibilidad. Se asocia a cardiomiopatía y diabetes. No existe un tratamiento específico para esta patología.

La enfermedad está producida por niveles anormalmente bajos de la proteína frataxina en las mitocondrias (encargadas de producir la energía en las células). La frataxina, que interviene en la homeostasis del hierro, parece intervenir en la regulación de la fosforilación oxidativa y en la generación de radicales libres, con un papel protector frente al estrés oxidativo. El déficit de frataxina imposibilita la captación del calcio por parte de la mitocondria, imprescindible para una correcta señalización celular, provocando un estrés oxidativo. 

La patología cardiaca es la complicación más grave y es consecuencia del desequilibrio oxidativo. Nuestro grupo ha demostrado, usando células de pacientes, que el estrés oxidativo debido a la menor actividad antioxidante de la frataxina y la disminución de la enzima antioxidante MnSOD induce la producción desordenada de nuevas mitocondrias. Este hallazgo indicaría que el tratamiento con tiazolidinedionas, que sí mejora los síntomas neurológicos, no debería recomendarse a los pacientes con cardiomiopatías, ya que se incrementa el número de fibras musculares de contracción rápida y la biogénesis mitocondrial. Por esto es importante tener bien caracterizada la clínica de cada paciente para personalizar el tratamiento sin caer en usos generalizados que podrían ser contraproducentes, situación especialmente crítica en pacientes de enfermedades raras, con cuadros clínicos complejos que afectan a diversos órganos y sistemas.

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